La publicación Cuadernos Geográficos de la UGR (Universidad de Granada) incluye, en el volumen 56, número 2 (2017) un estudio sobre la demanda del turismo cinematográfico.
En concreto, este trabajo analiza un tipo concreto de cineturismo: el relacionado con festivales de cine. Porque queda claro que eventos como el Almería Western Film Festival o el fundamental Festival de San Sebastián son una herramienta excelente para promocionar el turismo en un territorio concreto.
Los autores del estudio (David Flores, Celia Sánchez y María de la O Barroso) han decidido centrar su trabajo en el caso concreto del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. Se trata de una cita en la agenda del cine de España desde el año 1974, y que se ha convertido en un reclamo importante para la ciudad de Huelva.
Turismo cinematográfico y festivales, una alianza potente
En su definición más purista, el turismo cinematográfico se considera un movimiento de personas impulsado por el deseo de conocer localizaciones de rodajes de película. Estas localizaciones pueden ser exteriores o bien decorados o estudios de cine.
Sin embargo, esta rama del turismo, en auge en los últimos años, está llegando cada vez más lejos, mucho más allá de las expectativas iniciales.
Los cineturistas no quieren visitar solo localizaciones, sino que aprecian también exposiciones y eventos especiales dedicados a sus películas favoritas o al cine en general.
De este modo, las muestras y los festivales se convierten en atractivo fundamental para los viajeros con ganas de disfrutar del cine. Por eso, cada año, se llenan las salas en el Festival de Cine de San Sebastián o se agotan las entradas en el Festival de Cannes.
Además, como bien explican los autores del estudio de la UGR, los festivales de cine permiten añadir un elemento cultural nuevo a las localidades. El turismo cinematográfico se convierte en un elemento clave de diversificación:
Por otro lado, la organización de este evento [el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva] también podría contribuir a la diversificación del producto turístico de la ciudad y de la provincia, desarrollando una oferta complementaria al producto básico, centrado, fundamentalmente, en el turismo de sol y playa. De hecho, esta oferta complementaria podría erigirse como un factor decisivo para que el turista seleccione el destino, como un motivo para que repita su visita y/o como un elemento que logre un aumento en la satisfacción del propio turista, pudiendo contribuir a desestacionalizar el turismo onubense. Además, la organización anual de este festival durante el mes de noviembre, genera en la ciudad de Huelva un importante movimiento económico, muy superior al coste de su organización (Flores Ruiz, 2015), tal y como también se demuestra en diferentes estudios para otros festivales (Devesa, 2006; Devesa et al. 2012; entre otros).
Y este es un detalle muy valioso en un país como España, donde muchos territorios siguen aún atados al peso del tradicional modelo de sol y playa.
El estudio de la Universidad de Granada merece una lectura atenta y en profundidad porque contiene mucha información interesante sobre la demanda de turismo cinematográfico y sobre el potencial de los festivales de cine en este sector al alza.