Bali se ha convertido en un destino turístico imprescindible para muchos viajeros gracias a la película Eat Pray Love [Come Reza Ama] estrenada en Estados Unidos en agosto de 2010 y protagonizada por Julia Roberts. Pero no todo son ventajas para esta isla perteneciente al Estado de Indonesia: el turismo masivo siempre tiene consecuencias negativas y puede llevar a «morir del éxito».
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La isla de Bali
Bali es una de las 17 500 islas pertenecientes a Indonesia y un destino turístico muy apreciado por varios motivos: clima agradable (entre 20 y 32 grados Celsius), gente hospitalaria, magnífica costa, buena comida, flora y fauna impresionantes, precios asequibles…
También se considera un lugar ideal para el turismo de balnearios y spas, para el submarinismo o para el descanso, además de un destino cultural de gran valor: Bali cuenta con más de 6000 templos que los viajeros pueden visitar por interés arquitectónico-artístico o por motivos religiosos y espirituales.
Eat Pray Love: boom de turismo literario y cinematográfico
En 2006, la autora estadounidense Elizabeth Gilbert publicó su libro Eat Pray Love, una fascinante historia autobiográfica que narra su crisis existencial y su viaje por Italia, India y Bali para encontrarse a sí misma y dar un nuevo sentido a su vida a través de la apreciación de la comida, la oración, la meditación, la serenidad y el amor.
Come Reza Ama cautivó a miles de personas y se mantuvo en las listas de bestseller del New York Times durante 200 semanas consecutivas. El libro tuvo especial impacto entre las mujeres de mediana edad, que se identificaron con Elizabeth Gilbert y quedaron fascinadas por su viaje y su evolución interior.
Cuatro años más tarde se estrenó la adaptación cinematográfica, que también tuvo gran acogida entre el público de todo el mundo. Los espectadores llenaban las salas no solo por el «tirón» del libro, sino también por la fama de Julia Roberts y por la belleza de sus localizaciones.
Lo verdaderamente importante desde el punto de vista del turismo es que tanto la novela como el largometraje convierten los destinos del viaje en auténticos protagonistas y ofrecen una perspectiva de Roma, India y Bali que despierta admiración y curiosidad.
Sector turístico en Bali: ¿se muere por el éxito?
El éxito del libro y de la película han tenido un efecto inimaginable en el sector turístico de Bali, que trata de responder de la mejor manera posible ante las nuevas circunstancias.
Por un lado, la isla parece haber renovado la imagen y superado el duro golpe que supuso el atentado suicida del año 2002. Ya en diciembre de 2010 –solo unos meses después del estreno de Come Reza Ama en Estados Unidos– se empezaba a notar el boom: en lugar de los habituales 200 000 turistas mensuales, se registraron 230 000.
El fenómeno no había hecho más que empezar, y poco a poco la creciente demanda empezó a compensarse con una amplia oferta de posibilidades para los cineturistas: Spirit Quest Tours ofrece un «itinerario espiritual» siguiendo los pasos de Elizabeth Gilbert y Julia Roberts en Bali, y el Hotel Terrace es uno de los muchos que ya ofrecen visitas guiadas con la temática del film.
It is impossible to ignore the Eat Pray Love pilgrims in Ubud. Solo female travellers in their forties and fifties, wearing sun-proof clothing (hats, T-shirts, Thai fisherman’s trousers) and seen cycling Dutch-style gearless bikes up impossibly steep hills.
They gather in their hundreds, take coach tours to locations featured in the novel, visit healers, take classes, have therapies. To call Eat, Pray, Love an ‘industry’ is not an exaggeration.
(Fuente: ‘In search of an exotic island’, en Mail Online).
Sin embargo, las consecuencias negativas también se hacen notar, y mucho. Ante la masificación del turismo en Bali, cada vez son más los viajeros que quedan decepcionados por la experiencia porque no consiguen encontrar el paraíso de paz y tranquilidad que la isla prometía. Los personajes que aparecen en la historia –y que existen realmente– han perdido toda su autenticidad para convertirse en meras «atracciones turísticas», y muchos habitantes de Bali empiezan a mirar con recelo a los turistas «EPL» [Eat Pray Love] y a la fiebre por el libro y la película.
“Eat, Pray, Love” might have had something to do with it. Fans of Elizabeth Gilbert’s self-absorbed prose flock to Ubud each year in search of a prince, a medicine man and a remedy for their own idiosyncrasies. Locals here jokingly call them EPLs, and they’ve made Ubud something of a sponge soaking up lost souls.
(Fuente: International Business Times).
Like Gilbert, who went looking for balance and found love, I went to Bali searching for one thing and finding another. What I was looking for, however, was the calm peaceful serenity of an Indonesian paradise I’d heard so much about.
What I found was something altogether more frenetic. Visiting some parts of this tiny island felt like I’d joined a tour of a Universal Studios film set. Had any of Bali’s character survived a tourist invasion of this magnitude?
(Fuente: ‘In search of an exotic island’, en Mail Online).
Estas citas son solo una pequeña representación de lo mucho que se ha escrito sobre el fenómeno cineturístico en Bali, y las críticas no son pocas: según Jessica Olien, Elizabeth Gilbert ha echado Bali a perder, y Asia Times Online recoge numerosos testimonios y opiniones negativas sobre este boom.