Para algunos, una película «del montón». Para otros, una historia de amor más… Pero Eiffel (Martin Bourboulon, 2021) es también un bonito homenaje a la famosa torre y a la ciudad de París.
Tabla de contenidos
París, ciudad cinematográfica
Desde el ámbito cinematográfico, es difícil señalar un equivalente europeo de la gran protagonista del imaginario colectivo (Nueva York). Sin embargo, entre París y Londres, probablemente la capital francesa se lleve el premio.
Numerosas películas y series a lo largo de la historia han mostrado la belleza de la ciudad a través de representaciones inolvidables. Como icono inolvidable parisino tenemos que citar la impresionante Amélie (Jean-Pierre Jeunet, 2001), pero también queda en la memoria la cinta de animación Ratatouille (homenaje a la ciudad de París y a la deliciosa gastronomía francesa).
¡Hasta La vida de Pi hace un guiño a la ciudad con los orígenes del nombre del protagonista!
De todos los monumentos y rincones mágicos que puede ofrecer París, su mayor símbolo es la torre Eiffel. Visitada por más de 7.000.000 de turistas al año, se enorgullece de ser el monumento más visitado del mundo.
Eiffel, la película que rinde homenaje a la torre y al ingeniero
Detrás del increíble proyecto de la «torre Eiffel» se encuentra Gustave Eiffel, uno de los ingenieros más destacados de su tiempo y conocido en el mundo entero por grandes proezas metálicas, como la Estatua de la Libertad de Nueva York o el increíble viaducto sobre el Duero en Oporto.
La película Eiffel es una interesante representación del periodo más «turbulento» en la vida de Gustave Eiffel, coincidiendo precisamente con la construcción de la torre.
La historia, por supuesto, está decorada con bastantes toques románticos, dando a entender que la inspiración de la torre vino del amor entre Gustave y Adrienne. No obstante, hay muchos toques de verdad en ella, como afirma la biógrafa de Gustave Eiffel (incluyendo la fuerza con la que luchó el ingeniero para que el proyecto saliera adelante a pesar de todas las dificultades).
Independientemente de las licencias artísticas y narrativas, resulta fascinante ver imágenes que recrean el aspecto de la torre en sus fases iniciales de construcción. Damos por hecho que la torre existe desde siempre, y resulta difícil imaginar cómo se desarrolló la construcción en tiempo récord.
De hecho, las primeras excavaciones se realizaron el 26 de enero de 1887, y la torre Eiffel quedó totalmente terminada el 31 de marzo de 1889: solo hicieron falta 2 años, 2 meses y 5 días. Diseñada en inicio como monumento temporal para la Exposición Universal de París en 1889, acabó transformándose en el mayor símbolo de la ciudad.
A día de hoy es imposible imaginar París sin la torre Eiffel, y es fantástico que se haya creado una película para transmitir ese mensaje.