Nanuk, el esquimal, de 1922, se considera la primera película documental creada por la industria del cine. Y aunque se ha discutido mucho sobre su veracidad, tiene un gran valor histórico y divulgativo sobre los esquimales y sobre la vida en latitudes extremas.
Tabla de contenidos
Un falso documental con escenas orquestadas
A día de hoy se considera que la veracidad y la neutralidad son factores clave para el género documental. Sin embargo, en los primeros años del cine las líneas entre «ficción» y «realidad» eran mucho más difusas. Al fin y al cabo, muchas de esas primeras creaciones eran grabaciones de un determinado acontecimiento, sin intención narrativa estructurada.
En 1922 Robert J. Flaherty estrenó su documental Nanook of the North, filmado entre 1920 y 1921 en varias localizaciones de Canadá (en la Bahía Hudson y en la Península de Ungava). Hablamos, por tanto, de una película rodada muy cerquita del Polo Norte.
La cinta mostraba muchas de las actividades cotidianas de los pueblos esquimales de la región, y ofrecía una sensación de autenticidad que luego resultó no ser tal. Las secuencias estrictamente documentales se mezclan con otras en las que Flaherty intervino directamente, e incluso recreaciones puestas en marcha exclusivamente para la película.
Se trata, en definitiva, de un primer intento de película documental que choca con las propuestas a las que estamos acostumbrados actualmente. Vemos muchos documentales con escenas recreadas, pero siempre se indica este detalle para no confundir al espectador.
El valor divulgativo del falso documental de Nanuk, el esquimal
Independientemente de estas escenas recreadas y la falta de neutralidad por parte del director, la cinta Nanuk, el esquimal se convirtió en una pieza cinematográfica con gran valor divulgativo.
Gracias a la creación de Flaherty, los espectadores de diferentes rincones del mundo pudieron asomarse a una realidad tan lejana como desconocida: la vida de las tribus de esquimales muy cerca del Polo Norte.
La caza, la construcción de iglús, la lucha por la supervivencia y el frío extremo hacen de la película una fascinante representación de localizaciones que no son fácilmente accesibles: la Península de Ungava y la Bahía de Hudson, en Canadá.