Tan solo es necesario realizar una rápida búsqueda en Facebook para darse cuenta de la cantidad de amantes del cine de la India que hay en Perú. Existen numerosos clubs de fans de actores y actrices de Bollywood, escuelas de todo tipo de danzas clásicas y modernas de la India, asociaciones y comunidades que presionan a la distribuidora Star Films para que estrene películas de este país en Perú…
Y cuando por fin llegan esos largometrajes a la gran pantalla, los fans los acogen «a lo grande» y se organizan encuentros, fiestas y todo tipo de actividades relacionadas con sus estrellas favoritas. Por ejemplo, la semana pasada se estrenó Happy New Year, protagonizada por Shah Rukh Khan, y el entusiasmo en redes sociales ha sido increíble.
Y la pregunta que se hacen muchos es: «¿Por qué?» Resulta muy difícil entender cómo en Perú puede haber tanta pasión por las industrias cinematográficas indias (especialmente por Bollywood), a pesar de la fuerza que ejerce la producción de Hollywood en las taquillas peruanas.
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El amor por Bollywood se hereda
Según las dueñas de Bolly Market Perú, la situación actual se explica solo comprendiendo la tradición del cine indio en Perú. Al parecer, durante los años 70 del siglo XX, era muy frecuente que se proyectaran grandes clásicos de Bollywood en cines de Lima y de otras ciudades, y por ello se fue configurando poco a poco un gran colectivo de amantes de esta industria.
Con el paso de los años, sin embargo, fueron disminuyendo drásticamente las proyecciones de películas de la India, e incluso ahora los estrenos son ocasionales y se limitan a largometrajes «comerciales» con las grandes súper-estrellas de Bollywood.
No obstante, la pasión por Bollywood y por la India sigue presente a día de hoy, y esto se debe a que se ha ido transmitiendo generación tras generación (sobre todo de madres a hijas o de abuelas a nietas, ya que el interés por este cine en Perú parece estar mucho más arraigada entre la población femenina).
Kollywood en el Machu Picchu: ¿qué efectos tiene para el cineturismo?
Según la periodista y profesora de danzas de Bollywood Vanesa Sánchez, otro factor importante que ha contribuido mucho al desarrollo del amor por el cine indio en este país americano es la película Enthiran (Robot) del año 2010.
Se trata de un largometraje de la industria de Kollywood –no de Bollywood, ya que no es una producción de Mumbai sino de una empresa de Chennai, y su idioma principal no es el hindi sino el tamil– en el que actúa la famosísima modelo y actriz Aishwarya Rai y que incluye un impresionante número musical junto a las ruinas incas del Machu Picchu.
Como es obvio, la película ha aumentado el turismo en Perú desde la India, pero sorprende que también se haya producido un «cineturismo en el sentido opuesto»: el orgullo por la elección de Machu Picchu para el rodaje ha contribuido aun más a aumentar la fascinación que sienten muchos peruanos por la India y por su cine. Y precisamente esta fascinación se traduce en mayor turismo a la India, completando así un fenómeno que podríamos llamar de «cineturismo de doble sentido».
Un ‘error’ desastroso para el turismo cinematográfico en Machu Picchu
Por desgracia, el Machu Picchu como localización no ha salido tan beneficiado como debería en el sector del cineturismo. De hecho, es probable que el flujo de turismo cinematográfico haya aumentado más en el sentido Perú-India que al contrario, debido fundamentalmente a que el «mérito» se lo ha llevado otra localización, algo que ocurre con bastante frecuencia.
El número musical rodado en el Machu Picchu para la película Robot lleva por título «Kilimanjaro», lo que ha hecho pensar a miles de cineturistas indios que esas espectaculares ruinas se encontraban en Tanzania. No se trata de un fallo accidental de la productora, sino de una decisión consciente: el nombre de la canción ya estaba elegido, y el director buscaba nuevas localizaciones exóticas para rodar. Machu Picchu fue la opción ganadora, pero podría haber sido cualquier otra… ¿»Kilimanjaro» en el Cristo Redentor de Río de Janeiro, por ejemplo?
Por suerte para Perú y para el cineturismo, la fama del Machu Picchu ha crecido de una manera espectacular en los últimos años, en parte gracias a que los usuarios de Trip Advisor lo han votado como la mejor atracción turística del mundo. Pero cabe preguntarse: ¿de verdad será posible compensar en algún momento a Perú por el nefasto error que supuso un simple nombre de una canción y que atribuyó automáticamente todas esas imágenes a otro territorio?