Para sorpresa de los vecinos del Bronx, las icónicas escaleras que aparecen en la película Joker (Todd Phillips, 2019) se han convertido en una auténtica sensación para los amantes del cine. Viajeros de todo el mundo, a su paso por la ciudad de Nueva York, han incorporado esta localización a sus rutas de turismo cinematográfico.
Tabla de contenidos
El éxito de Joker más allá de la pantalla
La película Joker fue una de las superproducciones más esperadas del año 2019, y no dejó indiferente al público: hay quien salió de las salas de cine sintiendo decepción y otros que no podían parar de hablar de la cinta. Joaquin Phoenix da vida a Arthur Fleck y a su oscuro alter-ego, el Joker que responde al desprecio de la sociedad con su particular serie de crímenes.
El largometraje registró records de taquilla en numerosos países y se convirtió en uno de esos clásicos populares que inundan las redes sociales de memes y otros contenidos.
Pero lo que los creadores de la película no podían imaginar es el impacto que tendría Joker para el turismo cinematográfico: unas escaleras que aparecen en la película se han convertido en «las escaleras de Joker» y son ahora el principal atractivo para los turistas de cine en el barrio del Bronx en Nueva York.
Las escaleras de Joker en el Bronx de Nueva York, nuevo icono cinematográfico
En las semanas siguientes al estreno de la película, en otoño de 2019, los vecinos del Bronx en Nueva York asistieron con sorpresa a un auténtico boom de visitantes por sus calles: todos iban en busca de las icónicas escaleras de Joker.
Las escaleras están situadas a la altura del número 1165 en Shakespeare Avenue, y se han convertido en un icono para los turistas cinéfilos de todo el mundo porque en ella se rodó la popular escena en que Arthur Fleck se transforma en Joker.
Los vecinos de la zona pasaron de la sorpresa y la diversión al enfado. Los 132 escalones de la película son el camino más rápido para llegar a la zona alta desde su estación, y por la popularidad de la cinta ese acceso cotidiano se ha convertido en un reto de esquivar turistas.
Para los cinéfilos, las escaleras de Joker son una localización más, un lugar mágico donde hacerse fotos y grabar vídeos recreando la famosa escena de la película. Para los residentes de la zona, se han convertido en una molestia, un espacio público necesario para el día a día y que ahora funciona como un atractivo turístico al aire libre sin ningún control de acceso.
Cabe preguntarse si las escaleras seguirán siendo una de las atracciones favoritas de cineturistas en los próximos años o si se verán eclipsadas por otras localizaciones en Nueva York. Al fin y al cabo, podríamos considerar que Nueva York es la ciudad más emblemática del cine estadounidense…