«Ciudad de Dios» es una favela de cine, tristemente conocida por ser una de las más pobres de Río de Janeiro. Los Juegos Olímpicos celebrados en la ciudad en 2016 no han servido para mejorar la situación de un territorio completamente dominado por mafias, drogas y violencia sistemática.
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Una favela de cine: cuando el turismo cinematográfico es peligroso
La favela conocida como «Ciudad de Dios» tiene el dudoso honor de ser una de las más famosas de Río de Janeiro. Se trata de un conjunto de chabolas donde viven aproximadamente 50.000 personas.
Podría ser «una más» de las muchas de Brasil, pero esta es una favela de cine. Paulo Lins escribió una novela con el título Cidade de Deus en 1997. Y en este libro se inspiró el director Fernando Meirelles, también brasileño, para su película homónima producida en 2002.
La película tuvo un impacto mundial inesperado y dejó boquiabiertos al público y a la crítica de numerosos países, asombrados por su terrible historia de violencia. Como era de esperar, el éxito también suscitó un gran interés por las favelas brasileñas.
En inglés se utiliza el término poorism para referirse al «turismo de pobreza»: viajeros con recursos económicos y vidas privilegiadas que deciden viajar a territorios extremadamente pobres para «aprender» de las diferencias.
Se trata de una tendencia que ha recibido muchas críticas, y se llega a considerar una práctica de voyeurismo que no deja casi ningún beneficio económico para ayudar a las personas desfavorecidas en el destino. Y sí: hay rutas turísticas organizadas para visitar la favela Ciudad de Dios.
Pero quien se adentra en las favelas por su cuenta, ya sea por el mismo afán voyeur o por interés de turismo cinematográfico, se juega la vida.
En los últimos meses se han registrado varios casos de turistas extranjeros que han perdido la vida en las favelas, bien por disparos de mafias o atracos, bien a manos de la policía.
El impacto de la película Cidade de Deus en el turismo
Aunque el turismo de favelas ha existido desde mucho antes del estreno de la película, las estadísticas confirman que los largometrajes como Cidade de Deus o Slumdog Millionaire han generado un auténtico boom en esta tendencia.
En el caso de Rio de Janeiro, la favela Cidade de Deus se ha convertido en la cuarta atracción turística de la ciudad, con unos 40.000 visitantes al año. Y su cercanía al complejo olímpico despertó aún más interés desde los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro en 2016.
La película también tuvo un gran impacto en las vidas de sus actores, como se recoge en el documental Cidade de Deus: 10 anos depois. Y no siempre ha sido un impacto positivo: mientras algunos de los protagonistas se han lanzado a una interesante carrera artística, otros no han conseguido escapar del complejo y destructivo contexto.
La BBC cita dos ejemplos: Rubens Sabino da Silva fue arrestado en 2003 por intentar atracar a una mujer en un autobús, mientras Jefechander Suplino está desaparecido (o, quizá, muerto).