La Piscina Molitor, uno de los emblemas de la ciudad de París, ha vuelto a abrir al público. Aparte de su encanto indiscutible como piscina histórica, es una localización de obligada visita para los amantes de la película La vida de Pi.
La película La vida de Pi narra una extraordinaria aventura en el mar de un joven indio llamado «Pi». Pero esa no es más que la abreviatura, ya que su nombre completo es «Piscine Molitor Patel».
Casi al principio de la película, el protagonista explica que su nombre proviene, precisamente, de la emblemática piscina parisina que tuvo su máximo esplendor en los años 30 del siglo XX.
Merece la pena destacar que esta no es la única relación con el cine de la piscina. Las instalaciones Molitor, que cuentan con una piscina cubierta y otra descubierta, fueron inauguradas oficialmente en 1929 por Johnny Weissmüller, un campeón de natación que además se convirtió en Tarzán en la gran pantalla.
Durante el invierno, la piscina descubierta se convertía en pista de patinaje para todos los públicos, una costumbre que se mantuvo hasta los años 70. Y hay que añadir otro dato curioso: en esta piscina se mostró por primera vez al público el bikini, en el año 1946.
Lamentablemente, el verano de 1989 fue su último periodo de funcionamiento, y la piscina se cerró sin previsión de reapertura.
En 2008, colectivos de defensores de la cultura y la historia de París fundaron la asociación SOS Piscine Molitor. Los integrantes reivindicaban un plan concreto para salvar la piscina del desastre y el abandono.
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Resurrección de Piscine Molitor, entre maravilla y polémica
El 19 de mayo de 2014, tras varios años de trabajos de restauración y renovación, la piscina volvía a abrir las puertas al público. Las instalaciones han recuperado el esplendor original, pero no todo son alegrías: ahora el centro forma parte de las instalaciones de un hotel de 5 estrellas.
Atrás queda el complejo de piscinas abierto al público de París. No todo el mundo puede permitirse el lujo de pasar una noche en un hotel de 5 estrellas o de pagar los precios prohibitivos del acceso a la piscina.
Ahora, la asociación SOS Piscine Molitor reivindica que sean las autoridades las que intervengan para conservar un lugar tan mágico para los parisinos. Quieren que Molitor se reabra al público como piscina pública y a precios accesibles.
Ese sería el único modo de recuperar la tradición y el sueño de generaciones anteriores que disfrutaron de las instalaciones durante décadas.
¿Puede el turismo cinematográfico cambiar la situación de la piscina Molitor de París?
La solución al conflicto parece complicada. El centro de Piscine Molitor es una auténtica maravilla, y para los huéspedes es parte de la experiencia de lujo en el hotel. Se han añadido muchas comodidades, como la regulación del agua de la piscina exterior, que se mantiene a 28 ºC para que los huéspedes puedan utilizarla también en invierno.
Sin embargo, para el cineturista enamorado de La vida de Pi o para cualquier turista con interés por los lugares con historia, la visita a la Piscina Molitor requiere un esfuerzo económico importante.
¿Reaccionarán las autoridades para buscar un acuerdo con el hotel y ofrecer un equilibrio entre lo público y lo privado? ¿Puede el turismo cinematográfico influir o presionar para lograr un acuerdo así?
Quizá una pequeña referencia desde el nombre de Pi en una película no baste para lograrlo, pero no hay que perder la esperanza. Piscine Molitor es un lugar mágico que merece la pena visitar, se haya visto o no La vida de Pi.