Si hay una ciudad en el mundo que debe gran parte de su glamour al cine, esa es Roma. Y la deuda la tiene, por supuesto, con la película Vacaciones en Roma (1953). Visitar la ciudad y volver a ver este clásico de la gran pantalla son dos actividades que van de la mano.
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Vacaciones en Roma: un caso magistral de turismo cinematográfico
¿Quién mejor que Audrey Hepburn para convertirse en «embajadora glamurosa» de un destino? Cualquier turista que visite Roma se deja llevar por los recuerdos del clásico de Hollywood. Y para los nostálgicos de la ciudad, basta con sentarse a ver la película de nuevo para revivir los mejores recuerdos de las últimas vacaciones.
Porque, más allá de la historia, lo realmente importante de Vacaciones en Roma es el escenario de la acción. Los protagonistas recorren todos los principales iconos de la ciudad en una preciosa aventura de amor y sorpresas.
Así, a través de la película podemos visitar y enamorarnos de la Bocca della Verità, la Fontana di Trevi o el Coliseo. Y probablemente Audrey Hepburn y Gregory Peck son los primeros que nos vienen a la cabeza cuando pisamos los famosos escalones de Piazza di Spagna.
Por supuesto, en cualquier lugar de Roma es fácil encontrar postales y todo tipo de souvenirs relacionados con la película. Y tampoco faltan las propuestas de visitas guiadas por las localizaciones.
La Vespa como icono de Roma y del cine
Cualquier búsqueda rápida arroja cientos de resultados para descubrir la capital italiana a través de la película Vacaciones en Roma. No hay más que encontrar un mapa de la ciudad y trazar un recorrido que una sus localizaciones…
Algunos ejemplos:
- En la web Cineturismo.it hacen un repaso a las principales localizaciones de la película y a la acción que se desarrolla en cada una de ellas.
- En Film Commission Team reflexionan también sobre el valor simbólico de las localizaciones e invitan a descubrir Roma con el mismo paseo romántico.
Pero hay un detalle en concreto llama la atención sobre este increíble fenómeno de turismo cinematográfico: el protagonismo de la Vespa, que se convierte en símbolo de Roma. Para muchos turistas no se puede tener una experiencia completa de la ciudad sin haber recorrido sus adoquines sobre una Vespa…
De hecho, numerosas agencias se han especializado en tours en Vespa por el centro de Roma, con un enfoque romántico inspirado en la película. Hay opciones para todos los gustos, pero todas tienen en común el medio de transporte y la inspiración en Vacaciones en Roma: Vintage Vespa Tours, DeaRoma, etc.
De manera indirecta y a lo largo de los años, el largometraje ha servido también para fortalecer un auténtico culto y un fenómeno de coleccionismo por las Vespa. De hecho, la motocicleta apareció en los carteles que anunciaban Vacaciones en Roma, lo que permitió vender más de 100.000 ejemplares de manera casi inmediata.
Una curiosidad: la Vespa más antigua del mundo es precisamente la de la película, y se vendió en marzo de 2017 por 191.000 euros.